Las canciones que elegimos cantar con nuestros niños e hijos son, para mí, un baúl de tesoros. No solo nos ayudan a desarrollar pulso, ritmo y afinación por sus cualidades musicales, sino también presentan oportunidades para desarrollar la creatividad, la confianza, la paciencia, la sensibilidad. Alimentan nuestra curiosidad, intereses, amistades y nuestro espíritu.
Cada canción que elijo para mis recopilaciones es seleccionada por lo que presenta y “regala” a la humanidad, y, en especial, para nuestros niños. Algunas tienen un juego maravilloso que crea una alegría contagiosa, otras desarrollan la creatividad al improvisar textos y movimientos. Hay canciones que incluyo por tener una melodía bella que trae tranquilidad y paz al alma. Muchas de estas canciones además contienen conceptos musicales que podemos destacar y estudiar en la sala de música. Cada canción es una joya preciosa.
Las canciones que elegimos cantar con nuestros niños e hijos son, para mí, un baúl de tesoros. No solo nos ayudan a desarrollar pulso, ritmo y afinación por sus cualidades musicales, sino también presentan oportunidades para desarrollar la creatividad, la confianza, la paciencia, la sensibilidad. Alimentan nuestra curiosidad, intereses, amistades y nuestro espíritu.
Cada canción que elijo para mis recopilaciones es seleccionada por lo que presenta y “regala” a la humanidad, y, en especial, para nuestros niños. Algunas tienen un juego maravilloso que crea una alegría contagiosa, otras desarrollan la creatividad al improvisar textos y movimientos. Hay canciones que incluyo por tener una melodía bella que trae tranquilidad y paz al alma. Muchas de estas canciones además contienen conceptos musicales que podemos destacar y estudiar en la sala de música. Cada canción es una joya preciosa.